Dependencia Bendita.

Hay días que piensas que lo mejor sería huir, escapar de esta ciudad que te envuelve, que te atrapa, que te consume, piensas en ROMPER LAS CADENAS.
Gritarle al mundo entero QUE TE MAL JODAN. Y olvidar, sí, olvidar y volver a empezar.
Pero una vez he llegado hasta aquí, habiendo exigido tanto a los míos que se levanten siempre..
No es lo mío ser hipócrita por mucho que alguien lo piense (en el infierno hay un sitio para la calaña como tú), así que, vuelvo a hacer caso a mi orgullo de suicida y me grito a mí mima
"No pares aún, que el aplauso seguirá."
Así que, alzaré la cabeza y volveré a mirar a las estrellas.